El Día Mundial de la Diabetes se conmemora el próximo 14 de noviembre y los esfuerzos médicos van encaminados en dar un mensaje de concientización para evitar el incremento de estas cifras.
La diabetes es una amenaza para la salud mundial, ya que puede diagnosticarse a cualquier edad y con diversos riesgos como ceguera, insuficiencia renal, infarto al miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores que podrían provocarles muchas complicaciones e incluso la muerte.
Lo que los médicos buscan que los ciudadanos pongan en practica la educación sobre lo que significa este padecimiento , mientras que en este tiempo con el confinamiento producto del COVID-19 que a provocado que hay malos hábitos perjudiciales para la población, sobre el aumento de peso.
Rony Calderón Gerente Médico de Diabetes de Sanofi en la Región Pacífico & Caribe afirmó que es importante que en estos tiempos de pandemia la población debe poner en practica una dieta saludable y mantener actividad física regular. Además se debe evitar el consumo de tabaco, de azúcar y grasas saturadas.
“La diabetes es una enfermedad que se puede tratar o inclusive evitar tomando las medidas adecuadas, sin embargo nos preocupa que algunas personas que la sufren u otras que podrían desarrollarla, no están siguiendo las recomendaciones y están poniendo en riesgo su salud”, señaló el Gerente Médico de Diabetes de Sanofi en la Región Pacífico & Caribe.
La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no origina insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce.
La insulina es una hormona que regula el azúcar en la sangre. El efecto de la diabetes no controlada es la hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre) que, con el tiempo, daña gravemente muchos órganos y sistemas, especialmente los nervios y los vasos sanguíneos.
Por lo tanto la Federación Internacional de la Diabetes (FID) destacan que en el 2019 en el mundo habían 463 millones de personas con diabetes.
Sin embargo se estima que de no controlarse, al menos 578 millones de personas (10,2% de la población) tendrán diabetes para el año 2030 y para el 2045 se podría alcanzar los 700 millones (10,9%).
Cabe de destacar que el número de personas con la enfermedad de diabetes aumentó de 246 millones en 2007 a 463 millones en 2019,.
Mientras que la prevalencia mundial de la enfermedad en adultos (mayores de 18 años) creció del 4,7% en 1980 a 9,3% en 2019, es decir es un padecimiento que actualmente también está afectando a una población cada vez más joven, siendo los países de ingresos medianos y bajos quienes tienen mayor número de casos.
La diabetes produce otras complicaciones que son un factor de riesgo para el desarrollo de neumonía severa, un curso séptico debido a infecciones por virus y ocurre aproximadamente en el 20% de los pacientes.
La gravedad de las tres infecciones conocidas por coronavirus patógenos humanos, incluido el coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo, por lo que los pacientes con diabetes tienen un mayor riesgo de complicaciones graves, incluso el síndrome de dificultad respiratoria del adulto y la insuficiencia multiorgánica.
Además, dependiendo de la región global, del 20% al 50% de los pacientes en la pandemia de la enfermedad por COVID-19 tienen diabetes.
Tipos de diabetes
La diabetes de tipo 1 se caracteriza por una producción deficiente de insulina y requiere la administración diaria de esta hormona. Se desconoce aún la causa de la diabetes de tipo 1 y no es prevenible con el conocimiento actual.
Sus síntomas consisten, entre otros, en excreción excesiva de orina (poliuria), sed (polidipsia), hambre constante (polifagia), pérdida de peso, trastornos visuales y cansancio.
La diabetes de tipo 2 (también llamada no insulinodependiente o de inicio en la edad adulta) se debe a una utilización ineficaz de la insulina. Este tipo representa la mayoría de los casos mundiales y se debe en gran medida a un peso corporal excesivo y a la inactividad física asociada a factores genéticos.
Los síntomas pueden ser similares a los de la diabetes de tipo 1, pero a menudo menos intensos. En consecuencia, la enfermedad puede diagnosticarse solo cuando ya tiene varios años de evolución y han aparecido complicaciones.
Mientras que la diabetes gestacional se caracteriza por hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre) que aparece durante el embarazo y alcanza valores que, pese a ser superiores a los normales, son inferiores a los establecidos para diagnosticar una diabetes.
Tratamiento, mitos y realidades
La única sustancia capaz de lograr que la glucosa ingrese a las células y pueda ser utilizada como el combustible con el cual funciona nuestro cuerpo, es la insulina, es una hormona producida por el cuerpo, específicamente en el páncreas, se necesita para que nuestro sistema pueda usar el azúcar que ingerimos a través de la comida o líquidos, transformándola en energía para realizar nuestras actividades normales.
Existen muchos mitos entorno a la insulina y su tipo, sin embargo cualquier tipo de diabetes es seria, la insulina es solo un método para controlar los valores de glucosa en sangre. La insulina es el tratamiento para la diabetes mellitus (DM), que desafortunadamente muchas veces es dejada para casos extremos, que pudieron haberse evitado si se hubiese usado desde el inicio de la enfermedad.
Sin embargo, Finalmente, uno de los mitos mayores que existe es que todas las personas con esta enfermedad necesitan inyecciones de insulina, pero la realidad es que esto depende de varios factores, incluyendo el tipo de diabetes que se padece. Todas las personas con diabetes tipo 1 necesitan insulina, y más tarde en el curso de la condición, muchas personas con diabetes tipo 2 también la necesitarán.