Dos años después que el presidente Nayib Bukele militarizó la Asamblea Legislativa para hacer presión para que fuera aprobado un préstamo para financiar la fase III del Plan Control Territorial.
La Coordinadora Salvadoreña de Movimientos Populares y el Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular convocaron para este miércoles 9 de febrero una protesta frente a la Asamblea Legislativa, para manifestarse en contra del autoritarismo en El Salvador a dos años de la militarización del órgano legislativo.
El 9 de febrero de 2020 fue un día sin precedentes en el país, un día en el que el presidente Nayib Bukele irrumpió en la Asamblea Legislativa junto a miembros de la Fuerza Armada para presidir una sesión plenaria que había sido convocada el 6 de febrero por el consejo de Ministros y no por el presidente del órgano Legislativo.
Previo a la llegada de los manifestantes, la Policía Nacional Civil (PNC) colocó un retén y una barricada para impedir la llegada de las personas al portón sur de la Asamblea, lugar donde se haría la protesta.
Solamente permitieron el ingreso de trabajadores de la Asamblea y de las dependencias del mismo gobierno que ingresan por ese sector.
Las organizaciones que encabezan el evento han manifestado que la actividad es pacífica.
Decenas de personas se hicieron presentes con diferentes mensajes de rechazo hacia lo que sucedió el pasado 9 de febrero.
A través de la declaración simbólica del 9 de febrero como “Día Nacional contra el Autoritarismo” las organizaciones se han manifestado a favor de la democracia, la paz, los derechos humanos y las necesidades de cambios estructurales en favor de la gente, los cuales solo solo se pueden dar en una democracia, según manifestaron en un comunicado.
Durante el evento hicieron el levantamiento de un ataud que representa “el asesinato de la democracia por parte del régimen de Bukele y los diputados serviles”. Además, en la barricada colocaron los carteles que llevaban, cruces y flores.
“El 9F es el inicio de la instalación de una dictadura, una dictadura totalmente servil a un grupo empresarial que lo que busca es enriquecerse y retroceder más de 40 años en la historia de El Salvador”, aseguró Maricela Ramírez, miembro del Bloque Popular.
Según las organizaciones, debido a que el poder está concentrado en el ejecutivo se están implementando leyes y medidas que no son de beneficio para la población y que son en detrimento de la democracia.
Entre las demandas que realizaron fueron el respeto a la independencia de poderes, respetar la institucionalidad, el estado de derecho y las libertades los cuales se han visto altamente vulnerados durante el mandato de Bukele.
Al respecto el diputado de GANA, Guillermo Gallegos dijo que: “El 9 de febrero de 2020, lo único que sucedió fue la visita del presidente Nayib Bukelea la Asamblea Legislativa, buscando que se aprobara un préstamo, por tanto la fuerza Armada toma control de la seguridad, eso es un procedimiento normal”
La militarización de la Asamblea ha sido catalogada como el inicio del declive de la democracia en El Salvador y como “un golpe de Estado”. Para abogados y legisladores fue el primer gesto autoritario de Bukele.
En ese entonces Bukele justificó este accionar como forma de presión para que los diputados aprobaran un préstamo por $109 millones que serían utilizados para la fase III del Plan Control Territorial (PCT).