En el marco de los seis años de mandato, el presidente Nayib Bukele respondió abiertamente a las críticas internacionales que lo acusan de ejercer un gobierno autoritario.

“Me tiene sin cuidado que me llamen dictador”, expresó el mandatario ante diputados, funcionarios y simpatizantes, al tiempo que defendió su enfoque de seguridad pública. “Prefiero que me llamen dictador a ver cómo matan a los salvadoreños en las calles”.

Bukele sostuvo que medios tanto nacionales como internacionales lo han tildado de dictador, pero afirmó que el país vive ahora una etapa de paz y seguridad sin precedentes.

“Prefiero estos momentos cuando agarro el celular y veo: dictador, dictador, dictador… en las noticias y no ver asesinato, asesinato, asesinato…”, reiteró.

Durante su intervención, el presidente también aseguró que su Gobierno ha producido “más resultados que cualquier otro en toda nuestra historia”, y desestimó las críticas, a las que calificó como discusiones semánticas de actores que según él están más enfocados en el discurso que en la realidad del país.

Este pronunciamiento llega justo cuando inicia el primer año del segundo mandato consecutivo de Bukele, una reelección que ha sido señalada de inconstitucional por diversos sectores nacionales e internacionales, ya que contradice lo establecido en la Constitución salvadoreña.

Organizaciones defensoras de derechos humanos han encendido alarmas sobre una “escalada autoritaria”, incluyendo la detención de activistas y el encarcelamiento de migrantes venezolanos expulsados desde EE.UU.

Pese a las críticas, Bukele mantiene un amplio respaldo popular, gran parte gracias a su política de seguridad bajo el régimen de excepción, que ha reducido los homicidios, pero también ha sido cuestionada por supuestas violaciones a derechos fundamentales.

El mandatario cerró su discurso con un mensaje claro a sus críticos:

“Que se queden ellos discutiendo su semántica. Nosotros vamos a seguir enfocados en buscar resultados”.