Gracias a un meticuloso trabajo de inteligencia policial, las autoridades lograron desarticular a una banda delictiva que pretendía evadir la justicia y continuar su actividad criminal.

Las fuerzas del orden han continuado su incansable labor para erradicar a los últimos remanentes de pandillas que se ocultaban de los patrullajes policiales para evitar ser capturados.

La Policía, en colaboración con la Fuerza Armada, intensificó sus operativos, lo que llevó al exitoso arresto de Wilber Amílcar Melgar Echeverría, conocido como Willy, Plante o Poison, presunto integrante de la pandilla 18 que operaba en el barrio El Guayabal, en Quezaltepeque, La Libertad.

Según las investigaciones, alias Poison tiene un extenso historial delictivo desde 2005, incluyendo cargos por extorsión, robo agravado y resistencia. Fue condenado previamente en 2008 por extorsión y agrupaciones ilícitas, pero lamentablemente, debido a leyes laxas en ese momento, obtuvo su libertad para reincidir en actividades criminales.

Asimismo, la policía informó sobre la detención de Matías Alfonso Peraza Pérez, alias Blacky, también miembro de la pandilla 18, quien fue capturado en la colonia Altavista, en San Martín.

El ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro, resaltó la importancia de esta ofensiva contra los remanentes de pandillas, describiendo la determinación del gobierno para erradicar estas organizaciones terroristas que aún operan en el territorio.

El trabajo conjunto de las fuerzas de seguridad demuestra el compromiso del país en combatir la delincuencia y garantizar la seguridad de todos los ciudadanos.