Venezuela solicita reunión urgente del Consejo de Seguridad por amenazas militares de EE.UU.

La Misión Permanente de Venezuela ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) envió una carta al presidente del Consejo de Seguridad, el embajador ruso Vassily Nebenzia, denunciando la escalada militar de Estados Unidos (EE.UU.) en el Caribe Sur, que según Caracas, amenaza la paz y seguridad regional.
El documento, fechado el 9 de octubre, detalla que el Gobierno del presidente Donald Trump ha intensificado acciones contra Venezuela, incluyendo un bloqueo económico con más de 1.000 medidas coercitivas unilaterales y el despliegue de destructores misilísticos, aviones de combate, tropas élite y un submarino nuclear cerca de sus costas.
La misiva señala que estas acciones violan el Tratado de Tlatelolco y la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, utilizando como pretexto la lucha contra el narcotráfico. Además, denuncia bombardeos a embarcaciones civiles en aguas internacionales, considerados ejecuciones extrajudiciales por expertos de la ONU, lo que atenta contra el derecho a la vida y al principio de presunción de inocencia.
Según el documento, declaraciones de Trump sobre “hacer volar” al presidente Nicolás Maduro y la oferta de recompensas por su captura forman parte de narrativas para justificar posibles agresiones militares. También se menciona la vinculación del gobierno venezolano con cárteles de droga, catalogados por Washington como “organizaciones terroristas”, y la evaluación de EE.UU. de una “incursión terrestre” en Venezuela.
La carta alerta sobre maniobras militares recientes en el Caribe, incluyendo sobrevuelos no autorizados de aviones cazas de EE.UU. en la Región de Información de Vuelo (FIR) de Maiquetía, lo que habría puesto en riesgo la seguridad de la aviación civil. Además, el Senado estadounidense rechazó el 8 de octubre una moción para detener los ataques contra pescadores, lo que Caracas interpreta como una posible autorización para intensificar hostilidades.
Venezuela advierte que esta escalada podría derivar en un ataque armado en el corto plazo, con efectos sobre la estabilidad regional, como aumento de la migración, terrorismo y extremismo violento. “Un ataque armado por parte de los Estados Unidos de América contra la República Bolivariana de Venezuela puede ocurrir en un muy corto plazo”, señala la misiva, comparando la situación con la invasión de Irak en 2003.
Ante esta situación, Venezuela solicita una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para determinar la existencia de una amenaza a la paz y formular recomendaciones. El país reafirma su compromiso con el diálogo y la diplomacia, asegurando que “Venezuela no es una amenaza para nadie” y que defenderá su independencia nacional en unión cívico-militar.