En una medida drástica contra la migración, el gobierno del presidente Donald Trump suspendió hasta nuevo aviso todas las llegadas de refugiados que habían solicitado asilo, incluyendo aquellos a quienes ya se les había concedido el estatus de refugiado.

Esta decisión fue anunciada a través de documentos oficiales consultados por la AFP este miércoles. El anuncio se produce poco después de que Trump firmara un decreto presidencial el lunes 20 de enero, el cual establece una suspensión temporal del ingreso de refugiados a Estados Unidos a partir del próximo 27 de enero. Según el decreto, esta medida se mantendrá durante un periodo de al menos 90 días.

La orden afecta a todas las llegadas planificadas de refugiados, quienes, según un correo electrónico interno del Departamento de Estado de Estados Unidos, verán cancelados sus viajes a partir de la fecha estipulada.

“No se realizarán reservas de viajes” y “la tramitación de expedientes quedará suspendida”, señala el comunicado, además de solicitar a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU que suspenda el traslado de refugiados a los centros de tránsito.

De esta manera, la suspensión afecta principalmente a aquellos refugiados que habían recibido aprobación para ingresar al país en el marco del programa de reasentamiento de refugiados, uno de los sistemas de asilo más utilizados para quienes huyen de persecuciones, conflictos armados o violaciones graves de derechos humanos.

Sin embargo, la medida no afecta a un programa de visados especiales para aquellos afganos que colaboraron con las fuerzas estadounidenses antes de la caída del gobierno afgano en manos de los talibanes en 2021.

Organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por la decisión, calificándola de un obstáculo para la protección de quienes buscan refugio en EE. UU.

“Esta es una medida que pone en peligro a miles de personas vulnerables que ya han sufrido enormemente. Estados Unidos debe cumplir con sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos”, señaló un portavoz de Amnistía Internacional.