El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que su Administración impulsará la pena de muerte para quienes cometan asesinatos en Washington D.C., como parte de su estrategia para combatir lo que califica de criminalidad desbordada en la capital.

“Si alguien asesina a alguien en la capital, pena de muerte”, declaró Trump durante la séptima reunión de su Gabinete. El mandatario defendió la medida como un mecanismo de prevención “muy fuerte” y aseguró que cuenta con el respaldo de todo su equipo.

El anuncio se enmarca en la intervención federal de la seguridad de Washington, decretada el pasado 11 de agosto por un periodo inicial de 30 días. Con ello, la Casa Blanca asumió competencias locales bajo el argumento de una “emergencia” por los niveles de criminalidad.

La operación ha desplegado a unos 2,000 miembros de la Guardia Nacional, apoyados por la Policía Metropolitana y agentes del FBI, la DEA y el ICE. Además, seis estados gobernados por republicanos enviaron refuerzos para ampliar la presencia de efectivos en las calles.

La fiscal general, Pam Bondi, informó que hasta la fecha se han realizado 1,094 arrestos y decomisado 115 armas ilegales. Sin embargo, organizaciones civiles han denunciado que las autoridades federales estarían utilizando este operativo para detener a migrantes indocumentados.

Aunque Trump insiste en que “no hay otra opción”, los críticos advierten que las cifras de criminalidad en Washington, si bien elevadas, se encuentran en su punto más bajo de los últimos 30 años.