El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este domingo una declaración de emergencia por desastre natural para atender la crisis provocada por las inundaciones en Texas, donde al menos 68 personas han fallecido y se mantienen activas las labores de búsqueda y rescate.

“Estas familias están sobrellevando una tragedia inimaginable, se han perdido muchas vidas y muchos más siguen desaparecidos”, expresó el mandatario a través de la red Truth Social al anunciar la medida.

Con la declaración, se habilita la intervención de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), que ya ha comenzado a coordinar esfuerzos con autoridades locales y estatales, según confirmó la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem.

Desde la madrugada del 4 de julio, equipos de rescate y voluntarios recorren las zonas afectadas removiendo escombros y buscando a posibles víctimas. El condado de Kerr ha sido uno de los más golpeados por el desbordamiento del río Guadalupe. Allí, se han confirmado 59 muertes, entre ellas 21 menores de edad.

Entre los casos más delicados está la desaparición de 11 niñas y jóvenes que se encontraban en el campamento cristiano Mystic Camp, en la localidad de Hunt, cuando comenzaron las lluvias. Aún no se ha establecido un número exacto de desaparecidos debido a la gran cantidad de visitantes por las festividades del 4 de julio.

El alguacil del condado, Larry Leitha Jr., reconoció que la cifra de víctimas mortales podría aumentar con el paso de las horas y aseguró que las labores de búsqueda continuarán “hasta encontrar a todo el mundo”.