El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reafirmó el martes que no se concederán nuevas extensiones para la implementación de los llamados “aranceles recíprocos”, los cuales comenzarán a aplicarse el 1 de agosto de 2025 a múltiples socios comerciales del país.

En una publicación realizada en su red social Truth Social, el mandatario expresó: “Según las cartas enviadas ayer a varios países, además de las cartas que se enviarán hoy, mañana y durante el próximo periodo, los aranceles comenzarán a pagarse el 1 de agosto de 2025. No se concederán prórrogas”.

Trump señaló que no habrá modificaciones en esa fecha y que “todo el dinero deberá pagarse a partir del 1 de agosto”. Sin embargo, en declaraciones posteriores a la prensa en la Casa Blanca, dejó abierta una pequeña posibilidad de ajuste: “Diría que son firmes, pero no al 100 %. Si nos llaman y quieren hacer algo diferente, estaremos abiertos a ello”, dijo, en referencia a eventuales negociaciones bilaterales.

Aunque el lunes firmó una orden ejecutiva que extiende el plazo original —previsto para el 9 de julio— hasta el 1 de agosto, Trump ya ha enviado notificaciones formales a una docena de países, incluyendo Japón y Corea del Sur, sobre la imposición de un arancel del 25 %.

La Casa Blanca defendió el nuevo plazo como una oportunidad para continuar las negociaciones y asegurar acuerdos más favorables para los trabajadores estadounidenses. La portavoz presidencial, Karoline Leavitt, aclaró que esta extensión no refleja debilidad, sino que busca “lo mejor para el trabajador estadounidense y los mejores acuerdos posibles”.

Hasta ahora, EE.UU. ha logrado acuerdos comerciales preliminares solo con China, el Reino Unido y Vietnam. La Unión Europea también se encuentra entre los socios que podrían ser afectados por los aranceles. Trump ha amenazado con imponer hasta un 50 % de gravámenes a las importaciones europeas si no se alcanza un acuerdo.

Desde Bruselas, el comisario europeo de Economía, Valdis Dombrovskis, expresó el interés de la Unión Europea en cerrar un acuerdo con Washington lo antes posible, señalando que “la incertidumbre que rodea esta cuestión ya está pesando sobre la economía y las decisiones empresariales”.