El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este lunes 22 de septiembre de 2025 una orden ejecutiva en la que designa al movimiento Antifa como una “organización terrorista local”, acusándolo de sostener un patrón sistemático de violencia política con el objetivo de socavar el estado de derecho.

El documento atribuye a Antifa ataques violentos contra el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y otros agentes del orden, como parte de una estrategia para imponer sus objetivos políticos mediante la coerción y la intimidación. La orden instruye a todas las agencias y departamentos federales a investigar, desmantelar y procesar cualquier operación vinculada al movimiento, así como a quienes provean apoyo material a sus acciones.

Antifa, un movimiento descentralizado de izquierda que se opone a grupos de extrema derecha, racistas y fascistas, ha sido blanco de críticas recurrentes por parte de Trump, pese a que expertos y autoridades como el FBI lo han definido anteriormente como una ideología y no como una organización formal.

La medida otorga nuevas facultades a las autoridades para actuar contra individuos o colectivos que operen bajo el nombre de Antifa o que financien sus actividades. El anuncio se produce en un contexto tras el asesinato del activista ultraconservador Charlie Kirk, ocurrido el pasado 10 de septiembre en Utah y cuyo funeral congregó a más de 90.000 personas en un acto encabezado por Trump y miembros de su gabinete.