Las inundaciones provocadas por intensas lluvias desde el pasado lunes en el este de Sudáfrica han dejado un saldo de 78 personas fallecidas, según confirmó este jueves el ministro de Gobernanza Cooperativa y Asuntos Tradicionales, Velenkosini Hlabisa.

El Gobierno ha clasificado la situación como un desastre nacional, lo que permite activar recursos y medidas de emergencia de forma inmediata.

“Estamos en una crisis, un verdadero desastre”, declaró Hlabisa desde la localidad de Mthatha, en la provincia del Cabo Oriental, una de las más afectadas. El ministro instó a la población a reportar cualquier desaparición, ante la posibilidad de que más víctimas sean halladas a medida que bajan las aguas.

La “clasificación de desastre” aplica, por el momento, a cuatro provincias: Cabo Oriental, KwaZulu-Natal, Estado Libre y Cabo Occidental. A diferencia de una “declaración” de desastre, esta medida permite una intervención más ágil sin requerir procedimientos previos de recopilación de datos.

“El Gobierno presentará el próximo 7 de julio un informe sobre las ayudas de emergencia que se habilitarán para los damnificados”, aseguró el funcionario.

Entre los casos, se encuentra el de un autobús escolar que fue arrastrado por un torrente. Hasta ahora, cuatro menores que viajaban en él han sido encontrados sin vida, mientras continúan las labores de búsqueda para ubicar a otros cuatro niños aún desaparecidos.

Las autoridades provinciales también informaron que cientos de personas han sido evacuadas de sus hogares y realojadas en albergues temporales, principalmente en centros comunitarios.

El temporal, causado por un frente frío que azotó el este de Sudáfrica desde el lunes, ha traído consigo lluvias torrenciales, fuertes vientos e incluso nevadas en áreas montañosas.

Las autoridades piden a la población mantenerse alerta ante posibles nuevos eventos meteorológicos extremos y seguir las recomendaciones de protección civil.