La compañía, tras un incidente de turbulencias extremas en uno de sus vuelos, Singapore Airlines ha anunciado una revisión de sus políticas de seguridad a bordo. El cambio más notable incluye la decisión de no servir bebidas calientes ni comidas cuando la señal del cinturón de seguridad esté encendida.

En el vuelo SQ321, que cubría la ruta de Londres a Singapur en un Boeing 777-300ER con 211 pasajeros y 18 miembros de la tripulación, experimentó turbulencias que resultaron en la muerte de una persona y dejaron a decenas hospitalizadas. Ante esta situación, la aerolínea ha tomado medidas para garantizar la seguridad de sus pasajeros y tripulación.

Además de modificar su política de servicio a bordo, Singapore Airlines también ha ajustado al menos una ruta de vuelo. El vuelo SQ321, que solía sobrevolar una región donde ocurrieron las turbulencias, ahora ha sido desviado para evitar esa área.

Finalmente, la compañía aérea ha expresado su compromiso continuo con la seguridad de sus operaciones y ha asegurado que seguirá revisando sus procesos para garantizar la máxima seguridad tanto para pasajeros como para la tripulación.