El presidente de Madagascar, Andry Rajoelina, fue derrocado este martes 14 de octubre de 2025, en un golpe militar que siguió a semanas de protestas juveniles contra la pobreza, los cortes de electricidad y la falta de oportunidades en el país insular del océano Índico.

Tras la destitución votada por el Parlamento, Rajoelina huyó del país por temor a su seguridad. El coronel Michael Randrianirina, líder de la unidad militar de élite CAPSAT, anunció que las fuerzas armadas formarían un consejo de gobierno integrado por oficiales del ejército y la policía, y que designarían un primer ministro para establecer rápidamente un gobierno civil.

“Estamos tomando el poder”, declaró Randrianirina frente al palacio presidencial en Antananarivo, mientras manifestantes celebraban junto a los soldados. El comandante indicó además que la Constitución y los poderes del Alto Tribunal Constitucional han sido suspendidos, y anunció un referéndum para dentro de dos años, sin dar más detalles.

Desde un lugar no revelado, Rajoelina emitió un decreto intentando disolver la Cámara Baja del Parlamento para impedir su destitución, pero los legisladores ignoraron la medida y votaron para finalizar su mandato.

Madagascar, con aproximadamente 30 millones de habitantes, es el mayor productor mundial de vainilla y se destaca por su biodiversidad. Desde su independencia de Francia en 1960, el país ha enfrentado pobreza e inestabilidad política, incluida una serie de golpes de Estado.

Las protestas que culminaron en la caída de Rajoelina fueron lideradas principalmente por la generación Z, aunque también participaron otros sectores, incluidos grupos cívicos y sindicatos.

Los manifestantes exigían soluciones a problemas como la corrupción gubernamental, el acceso a educación superior, el costo de vida y la pobreza, que afecta a cerca del 75 % de la población, según datos del Banco Mundial.