La periodista ucraniana Viktoria Roshchyna, de 27 años, murió en cautiverio tras haber sido detenida por fuerzas rusas en la región ocupada de Zaporiyia en agosto de 2023.

Una investigación conjunta de medios internacionales, entre ellos The Guardian, reveló que Roshchyna fue brutalmente torturada mientras permanecía recluida en prisiones controladas por Rusia, falleciendo a consecuencia de los abusos.

Según declaraciones del representante de la Fiscalía General de Ucrania, Yuriy Belousov, el cuerpo de la periodista presentaba múltiples signos de tortura, incluyendo abrasiones, hematomas, una costilla rota, una herida en el cuello y posibles marcas de descargas eléctricas en los pies.

Las autoridades ucranianas sospechan que Roshchyna fue estrangulada. Además, el cadáver fue hallado con los globos oculares, el cerebro y parte de la laringe ausentes.

Roshchyna, quien había viajado desde Kiev a territorio ruso ocupado en julio de 2023, fue reportada como desaparecida a finales de agosto. Su trabajo periodístico la llevó a documentar la realidad en las zonas de conflicto, una labor que continuó pese a los riesgos evidentes.

La Unión Europea reaccionó con firmeza ante la revelación de este caso. “Rusia no pierde oportunidad de mostrar su despreciable brutalidad hacia los ucranianos”, afirmó Anitta Hipper, portavoz de la Comisión Europea.

Durante la conferencia de prensa diaria, Hipper calificó a Roshchyna como “una periodista valiente que fue brutalmente asesinada y torturada”, y subrayó que su muerte representa una advertencia clara sobre los peligros de vivir bajo ocupación rusa.

La funcionaria añadió que el coraje de Roshchyna será siempre recordado y que la Unión Europea utilizará todos los medios a su alcance para garantizar que Rusia rinda cuentas por estos crímenes de guerra.