Las autoridades de Haití reconocieron la posibilidad de perder el control de la ciudad de Mirebalais, al noreste de la capital, tras el violento asalto de pandillas criminales que liberaron a 529 reclusos en un ataque perpetrado la noche del domingo.

Según informó Frederique Occean, representante del gobierno en la región, los delincuentes atacaron la estación de policía y la prisión local, forzando la huida de los agentes, lo que facilitó la fuga masiva de los reos y la destrucción de parte de la ciudad. El enfrentamiento dejó varias víctimas mortales y heridos entre la población.

Mirebalais, una localidad de casi 100.000 habitantes, se ha convertido en escenario de enfrentamientos entre pandillas y fuerzas de seguridad, lo que ha obligado a miles de personas a huir hacia zonas aledañas en busca de refugio.

Occean advirtió sobre la gravedad de la situación: “Estamos en peligro de perder el control”.

Haití, el país más pobre de América Latina y el Caribe, enfrenta una escalada de violencia desde mediados de febrero, pese a la presencia de una misión multinacional de paz respaldada por la ONU y liderada por Kenia.

Haití, el país más pobre de América Latina y el Caribe, enfrenta una escalada de violencia desde mediados de febrero, pese a la presencia de una misión multinacional de paz respaldada por la ONU y liderada por Kenia.

Ante lo sucedido, el secretario general de la ONU condenó el ataque y pidió mayores recursos para la lucha contra las bandas armadas. “Esto incluye asegurar que la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS) y la Policía Nacional de Haití sean equipadas con los recursos y la logística necesarios”, declaró el vocero, Stephane Dujarric, en un comunicado.