Una nueva caravana de más de 1.000 migrantes partió el domingo 26 de enero de 2025, desde el sur de México, rumbo a la frontera norte, pese a las estrictas políticas migratorias implementadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha declarado una “guerra sin cuartel” contra la inmigración irregular desde que asumió el cargo.

Los migrantes, en su mayoría procedentes de países latinoamericanos, buscan llegar a Estados Unidos a pesar de que Trump canceló recientemente el programa CBP One, una aplicación móvil que permitía a los solicitantes de asilo agendar citas antes de llegar a la frontera. 

La medida ha complicado aún más la situación para quienes intentan cruzar al país. “Hemos decidido ir hasta la frontera y que nos den una respuesta. La esperanza todavía la tenemos de que vamos a ingresar a los Estados Unidos”, expresó Aníbal José Arvelo, un venezolano de 37 años que se sumó a la caravana. 

Al igual que muchos otros, Aníbal se aferra a la esperanza de una oportunidad de asilo, a pesar de las recientes medidas restrictivas.

Muchos de los migrantes partieron de Tapachula, una ciudad fronteriza en el estado mexicano de Chiapas, ante la falta de empleo y oportunidades en la región.

Con solo una semana en el poder, Trump ha tomado decisiones firmes para frenar la inmigración irregular. Entre las medidas implementadas se encuentran deportaciones masivas, el despliegue de tropas en la frontera sur y el arresto de 538 personas en situación irregular, según un reporte de la Casa Blanca. 

Además, ha revivido el controvertido programa “Quédate en México”, que obliga a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano mientras se resuelven sus casos migratorios en EE.UU.

Por otro lado, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum, ha sugerido la posibilidad de regularizar la situación de los migrantes en México o repatriarlos si estos lo desean.