En una semana en que el precio del bitcóin se ha mantenido por encima de los 60.000 dólares, usuarios de Chivo –la billetera oficial de esta criptomoneda en El Salvador–reportaron comportamientos anómalos en sus cuentas, como saldos millonarios y fallas en el sistema de conversión.
Lo más sorpresivo fue la aparición de millonarios fondos en algunas cuentas, sin que nada justificara ese aumento. En redes sociales, muchos compartieron las capturas de las cifras que no correspondían con sus ahorros, aunque al día siguiente habría vuelto todo a la normalidad.
Sin embargo, esa no fue la única eventualidad de Chivo, ya que la aplicación empezó a reportar fallas como la imposibilidad de ver el precio de bitcóin para hacer las operaciones de compra y venta. Desde la compañía emitieron un comunicado para explicar que habían tenido que deshabilitar esa opción, en vista de que algunos usuarios aprovechaban que la cotización aparecía congelada por un minuto para hacer ‘scalping’, una práctica que en este caso constituiría una modalidad de fraude.
“El ‘scalping’ realizado consistía en aprovechar que Chivo mantenía la tasa congelada durante un minuto y aprovechar ese minuto para comparar la tasa con otros exchanges y ver si el precio del bitcóin bajaba o subía”, detallaron desde Chivo. Con esa información, el operador podía comprar y vender a su conveniencia, generando “una fuente interminable de dinero“, cuyo único límite eran las veces que pudiera repetir la operación.
Por el momento, Chivo ha decidido limitar la visibilidad de la tasa hasta que logren tener el precio real actualizado en cada operación. La decisión fue rechazada por los usuarios, ya que que consideran que la ausencia de ese dato, en momentos en que el precio de la criptomoneda ha empezado a recuperarse, podría restringir el número de transacciones que pueden hacerse desde la aplicación o impedir que se vea el saldo real en la cuenta.
Hasta ahora, Chivo no ha explicado nada con respecto a los millonarios saldos que aparecieron en algunas cuentas, lo que ha desatado especulaciones sobre el origen de esos fallos: unos lo atribuyen a una anomalía de la aplicación, otros a supuestos casos de ‘lavado de dinero’, mientras que el resto considera que es una evidencia de la vulnerabilidad con la que ha sido diseñada la aplicación, que podría poner en riesgo los datos de los usuarios.
Fraudes y suplantación de identidad
Medios locales también han reportado casos de suplantación de identidad en las cuentas, cobros dobles en servicios y hasta la proliferación de operaciones fraudulentas para robar los datos de los usuarios.
Desde Chivo instan a la población a descargar la aplicación solo en los canales autorizados, no proporcionar sus datos personales a links sospechosos y no dar información confidencial a través de llamadas telefónicas o redes sociales.
La advertencia surge después de que las denuncias por mensajes o llamadas de números en EE.UU. que solicitan el PIN (número clave), así como documentos de identidad y otro tipo de información personal para supuestamente ayudarles a solventar problemas como transferencias fallidas, saldos erróneos o suplantación de datos.
El problema es que la plataforma oficial que sí debería facilitar la ayuda, según denuncian en redes sociales, tampoco responde con celeridad a las consultas de la población sobre sus operaciones.
La semana pasada, la Policía Nacional Civil y la Fiscalía General de la República (FGR) anunciaron que abrirían una investigación sobre usurpación de identidad, luego de las múltiples denuncias de personas que descubrieron que sus datos habían sido usados por terceros para cobrar los 30 dólares en bitcóin que ofrece el Gobierno de Nayib Bukele para incentivar el uso de la Chivo Wallet.
Este tipo de hechos se presenta casi dos meses después de que entrara en vigencia la ley que declara al bitcóin como la segunda moneda de curso legal en El Salvador, una osada apuesta de Bukele que no retrocedió a pesar de las protestas de la oposición, la poca información de la población sobre esta criptomoneda o las advertencias de organismo como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
