El Alto Mando Militar para el Restablecimiento de la Seguridad Nacional y el Orden Público, grupo que tomó el poder en Guinea-Bissau, ordenó a las empresas de telecomunicaciones suspender temporalmente el acceso a diversas plataformas digitales en todo el país. La medida fue confirmada por fuentes del sector al diario local O Democrata GB.

De acuerdo con esas fuentes, que citaron información militar, la restricción busca reducir el riesgo de divulgar contenido considerado como potencial generador de violencia o desinformación. El periódico señaló que los principales proveedores de internet, Orange y Telecel, confirmaron la aplicación de la disposición. No obstante, algunas aplicaciones como WhatsApp y Messenger continuaban operando parcialmente.

El anuncio se produjo un día después de que un grupo de militares aseguró haber tomado el control del país y suspendido el proceso electoral en curso. Además, ordenaron el cierre de fronteras y del espacio aéreo, y decretaron un toque de queda nocturno.

El golpe ocurrió en la víspera de la divulgación de los resultados provisionales de las elecciones presidenciales y legislativas, en las que tanto el presidente saliente, Umaro Sissoco Embaló, como el candidato independiente Fernando Dias da Costa se proclamaban ganadores.

El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su “profunda preocupación” por la situación y pidió a los actores involucrados actuar con moderación y respetar el Estado de derecho, según declaró su portavoz, Stéphane Dujarric. La organización advirtió sobre el riesgo de un “nuevo colapso institucional” en medio de la expectativa por los resultados electorales.

Organizaciones de la sociedad civil, entre ellas el Frente Popular y el Espacio de Concertación, acusaron al presidente Embaló de “orquestar” el golpe con el objetivo de impedir la publicación de los resultados electorales que, según sostienen, confirmarían su derrota.

Finalmente, las organizaciones calificaron los acontecimientos como una maniobra que busca bloquear la transición electoral y denunciaron lo que describen como una “farsa criminal” para alterar el proceso democrático en Guinea-Bissau.