Al rededor de 550 peregrinos de diversas nacionalidades perdieron la vida esta semana durante la peregrinación ritual anual o “hach” en La Meca, debido a las altas temperaturas que alcanzaron hasta 51,8 grados Celsius, según informaron fuentes médicas y oficiales.

Una fuente médica, que habló bajo condición de anonimato con EFE, reveló que hasta el momento la morgue de Al Muaisem en La Meca ha recibido los cuerpos de 550 peregrinos fallecidos, principalmente a causa de las condiciones extremas de calor. Entre los fallecidos, al menos 325 eran peregrinos egipcios y 60 eran jordanos. Además, se reportaron víctimas mortales de Túnez, Indonesia, Irán y Senegal.

El calor intenso, que según el Centro Nacional de Meteorología saudí osciló entre los 45 y casi 52 grados Celsius durante las horas más calurosas del día, ha sido señalado como la causa principal de estas trágicas muertes. 

Además de las muertes relacionadas con el calor, se informó de un fallecimiento debido a una estampida durante una multitud de peregrinos. Las autoridades jordanas y otras delegaciones confirmaron el número de decesos y han iniciado los procedimientos para repatriar a sus ciudadanos fallecidos.

Finalmente, este incidente ha conmocionado a la comunidad musulmana global y resalta la necesidad de mejorar las medidas de seguridad y logística durante eventos de gran magnitud como el hach, donde la salud y seguridad deben ser una prioridad.