La heredera al trono español, la princesa Leonor, juró lealtad a la Constitución de su país el martes en su cumpleaños número 18, sentando las bases para su eventual sucesión como reina cuando llegue el momento.
Se entiende que la ceremonia televisada a nivel nacional en la cámara baja del parlamento simboliza la continuidad de la monarquía parlamentaria de España y la lealtad de la institución a la cámara.
Leonor de Borbón Ortiz recitó el mismo juramento que hizo su padre cuando él, entonces príncipe, cumplió 18 años en 1986. Se comprometió a “cumplir fielmente mis deberes, guardar y defender la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de la ciudadanía”. comunidades autónomas y lealtad al rey”.
La ceremonia era necesaria para que ella pudiera suceder a la corona y algún día convertirse en reina.
“A partir de ahora mi deber es con todos los españoles, a quienes serviré en cada momento con respeto y lealtad”, dijo Leonor en un breve discurso en el Palacio Real tras el acto en el Congreso de los Diputados.

“Les pido que depositen su confianza en mí, así como yo tengo toda mi confianza puesta en el futuro de nuestra nación”, dijo.
Pancartas con su fotografía decoraban farolas de varias de las principales calles de Madrid. Muchos edificios oficiales se adornaron con cortinas y tapices para la ceremonia, que se retransmitió en varias pantallas gigantes instaladas en Madrid.
La familia real (Leonor, su hermana menor Sofía, Felipe y la reina Letizia ) llegó al edificio del parlamento escoltada por un escuadrón montado de la Guardia Real de España. Leonor y Sofía saludaron desde el interior de un Rolls-Royce a la multitud que abarrotaba las calles del centro de la capital.
Representantes de partidos políticos de izquierda, incluidos tres ministros del gobierno, y legisladores de los partidos regionales y separatistas vasco, catalán y gallego boicotearon el evento porque favorecen una república, no una monarquía.
Pero la cámara parlamentaria estaba repleta de legisladores y dignatarios, incluidos ex primeros ministros, y la familia real recibió un prolongado aplauso después de que Leonor prestara juramento.
La familia real sigue intentando recuperar su antiguo buen nombre en la sociedad española y compensar los escándalos que involucran a varios miembros de la familia, entre los que destaca el ex rey Juan Carlos, abuelo de Leonor.
Ni Juan Carlos ni la ex reina Sofía asistieron a los actos públicos del martes, pero iban a estar presentes en una reunión familiar nocturna en el Palacio Pardo, en las afueras de Madrid.
Juan Carlos, de 85 años, que abdicó en 2014, salió de España hacia Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos, en 2020 en medio de una nube de escándalos financieros. Desde entonces se han abandonado las investigaciones sobre sus finanzas en España y Suiza, mientras que en octubre ganó una demanda separada contra una ex amante.
Ha hecho saber que le gustaría regresar a España, pero no está claro si Felipe o el gobierno estarían de acuerdo con eso todavía.
Felipe y Letizia, han recuperado gran parte de la buena imagen de la institución pero para muchos en España la monarquía aún está en entredicho, dado que fue el ex dictador general Francisco Franco quien puso a Juan Carlos en el trono, sin pasar por su padre y heredero natural, Juan de Borbón.
España no había tenido una familia real desde que Alfonso XIII se exilió con la llegada de la Segunda República en 1931, cinco años antes de que Franco y otros generales dieran un golpe de estado.

La popularidad de la familia real hoy en día es difícil de medir. El principal organismo electoral de España dejó de preguntar a los españoles qué piensan de la realeza en 2015 en medio de innumerables escándalos.
Leonor ha sido cuidada por su padre y su madre, que antes de casarse con Felipe fue periodista de televisión. La princesa ha demostrado un aplomo regio al presidir la entrega de premios de la Fundación Princesa de Asturias y otras instituciones honoríficas que preside.
Actualmente recibe entrenamiento militar básico en una academia en la ciudad nororiental de Zaragoza. Habla inglés, francés, catalán, un idioma que se habla en el noreste de España, y algo de árabe.
Poco se sabe sobre la personalidad de Leonor ya que aún no ha concedido entrevistas a los medios. Pero cuando recibió su diploma de graduación de la escuela secundaria en Gales a principios de este año, sus compañeros la animaron y su tutor elogió su “pasión inquebrantable por aprender, por comprender a las personas y explorar perspectivas diversas”, y agregó que extrañarían su sentido de humor.