Una jueza federal de Estados Unidos, Paula Xinis, expresó sus dudas sobre la legalidad de mantener detenido a Kilmar Ábrego García bajo custodia de Inmigración, después de que la administración del presidente Donald Trump buscara prolongar su detención.

Xinis había convocado la audiencia para que el gobierno demostrara planes legítimos de deportación hacia el salvadoreño, pero señaló que los argumentos del Ejecutivo parecen cambiar con el tiempo, calificando el caso como “totalmente inconsistente”.

Ábrego García, quien residía y trabajaba en Maryland con su esposa estadounidense y tres hijos, pasó meses detenido en la cárcel de máxima seguridad CECOT en El Salvador tras ser deportado por un “error administrativo”, pese a que un juez de inmigración le había permitido permanecer en EE. UU. por riesgo en su país natal.

La administración Trump le ofreció un acuerdo de culpabilidad por cargos de tráfico humano a cambio de ser enviado a Costa Rica, oferta que Ábrego García rechazó.

Actualmente, las autoridades buscan deportarlo a Esuatini, luego de que negara ser trasladado a Uganda y Ghana, país que también rechazó su ingreso, según declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores ghanés.

La Casa Blanca ha declarado que su intención es expulsar a Ábrego García por considerarlo una persona “peligrosa” vinculada con pandillas en Centroamérica, afirmación que el inmigrante niega.