El Ejército israelí ordenó este viernes la evacuación inmediata de varias zonas costeras en el norte de Gaza —Al Awda, Al Karama y Al Sultan— tras registrar el lanzamiento de cohetes hacia territorio israelí. Las órdenes se extendieron también a áreas del sur como Jan Yunis y Beni Suheila, y al norte en Beit Hanoun y Beit Lahia, donde tropas israelíes iniciaron operaciones terrestres.

La decisión se tomó luego de que dos proyectiles fueran interceptados tras ser lanzados desde Gaza, lo que activó las alarmas en la ciudad de Ascalón. Las Brigadas Al Qasam, brazo armado de Hamás, se atribuyeron el ataque como respuesta a lo que calificaron como “masacres sionistas contra civiles”.

“¡Esta es la última advertencia antes del ataque!”, declaró Avichay Adraee, portavoz del Ejército israelí, al acusar a grupos armados de usar zonas civiles para lanzar cohetes.

El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, confirmó que ordenó al Ejército tomar control de más territorio en Gaza como medida de presión para exigir la liberación de 59 rehenes aún en manos de Hamás. En un comunicado, advirtió que de no liberarlos, los territorios podrían ser anexados a Israel: “Cuanto más mantenga Hamás su rechazo, más territorio perderá”.

Además, Israel retomó la ocupación parcial del corredor de Netzarim, que divide el norte y el sur de Gaza, y llamó a la población a desplazarse hacia el sur por la carretera de Rashid.

Organizaciones internacionales han criticado estas acciones, señalando que podrían representar una forma de limpieza étnica, al impulsar lo que se ha denominado “transferencia voluntaria” de la población gazatí, un plan basado en una propuesta del expresidente Donald Trump.

Katz también expresó que Israel mantiene su respaldo a la propuesta del enviado estadounidense Steve Witkoff, que planteaba un alto el fuego en dos fases con la liberación total de rehenes. Sin embargo, las negociaciones colapsaron tras la ruptura del cese al fuego el pasado martes, cuando una ofensiva israelí dejó cientos de muertos en Gaza.