El ejército de Israel reconoció este lunes 24 de marzo haber disparado por error contra un edificio del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en la ciudad de Rafah, al sur de la Franja de Gaza. Según un comunicado oficial, los militares abrieron fuego tras identificar presuntos sospechosos en la zona, sin saber que el inmueble pertenecía a la organización humanitaria.

“Tras verificarlo, se descubrió que el edificio pertenecía a la Cruz Roja, algo que nuestras fuerzas desconocían en el momento del incidente”, detalló el Ejército israelí, que también anunció la apertura de una investigación para esclarecer lo ocurrido.

Por su parte, el CICR confirmó el bombardeo y explicó que, aunque no se registraron heridos, el ataque afecta directamente su capacidad de operación humanitaria en el terreno. La organización, con sede en Ginebra, informó que la instalación estaba “claramente marcada” y que su ubicación era conocida por todas las partes del conflicto.

“El derecho internacional humanitario otorga protección especial a las misiones humanitarias y al personal de salud. Deben ser respetados y protegidos en todo momento”, remarcó el CICR en su comunicado.

El incidente se suma a otros recientes que han despertado preocupación internacional. El portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, acusó a Israel de haber atacado un complejo de edificios de la organización en Deir al Balah el pasado 19 de marzo, provocando la muerte de un funcionario búlgaro y dejando a otros seis trabajadores heridos de diversas nacionalidades, entre ellos franceses, moldavos, macedonios, británicos y un palestino.

Dujarric aseguró que la ubicación del complejo era conocida por las partes en conflicto y, en nombre del secretario general António Guterres, condenó “enérgicamente” los ataques, exigiendo una investigación exhaustiva.