En un momento crítico para la política venezolana, el líder opositor Edmundo González Urrutia se reunió este lunes en la Casa Blanca con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. El encuentro se produjo días antes de que Nicolás Maduro sea juramentado nuevamente como presidente de Venezuela, el próximo 10 de enero, en un contexto de elecciones cuestionadas y creciente tensión interna.

En un comunicado oficial, la Casa Blanca se refirió a González Urrutia como “el presidente electo de Venezuela”, respaldando los resultados de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio, las cuales calificó como “profundamente defectuosas”. Biden expresó admiración por el coraje de los votantes venezolanos y señaló que las actas de recuento confirmaron la victoria de González por un margen insuperable.

Ambos líderes compartieron su preocupación por la represión en Venezuela, denunciando el uso indiscriminado de la fuerza por parte del gobierno de Maduro contra manifestantes pacíficos, activistas y miembros de la sociedad civil. Además, Biden manifestó que observará de cerca las protestas programadas para el 9 de enero, subrayando que los venezolanos deben tener el derecho a expresar sus opiniones sin temor a represalias.

Tras la reunión, González calificó el encuentro como “cordial y fructífero”. En su cuenta de X, destacó el compromiso de Biden con una transición pacífica en Venezuela y afirmó que durante 45 minutos discutieron la importancia de expandir la democracia en la región, comenzando por su país.

González también reveló que ha mantenido contacto con el equipo del presidente electo Donald Trump, quien asumirá la presidencia de Estados Unidos el próximo 20 de enero. En particular, mencionó una reunión con Mike Waltz, futuro asesor de Seguridad Nacional, quien aseguró que Estados Unidos y la comunidad internacional permanecerán atentos al desarrollo de los eventos en Venezuela.

A medida que se aproxima la toma de posesión de Maduro y las protestas del 9 de enero, la postura de Washington, tanto bajo la administración saliente como la entrante, será clave para el futuro político de Venezuela y la región.