El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha firmado recientemente una polémica ley estatal que se posiciona como la más dura contra los inmigrantes indocumentados en todo el país.
Esta medida llega en medio de las especulaciones sobre una posible candidatura de DeSantis en las primarias del Partido Republicano, lo que ha llevado a analizar las motivaciones políticas detrás de esta iniciativa.
La ley, que restringe significativamente los servicios a los que los inmigrantes indocumentados tenían acceso, ha generado un amplio debate y críticas tanto a nivel nacional como internacional. Además, asigna una suma considerable de 12 millones de dólares para financiar la iniciativa de reubicación de migrantes, la cual causó controversia el año pasado cuando DeSantis envió a un grupo de sudamericanos en avión desde Texas hasta Martha’s Vineyard, Massachusetts, como una forma de protesta contra la política migratoria federal.
Entre las disposiciones más controvertidas de la ley se encuentra la obligación para las empresas con más de 25 empleados de utilizar el sistema E-Verify para verificar la elegibilidad de sus trabajadores. Asimismo, se anulan las licencias de conducir de otros estados para aquellos residentes que se encuentren en el país sin autorización legal. Además, se exige a los hospitales que aceptan Medicaid incluir una pregunta sobre ciudadanía en los formularios de ingreso, lo que ha sido interpretado por críticos como una forma de disuadir a los migrantes indocumentados de buscar atención médica.
La promulgación de esta ley coincide con las expectativas de un posible anuncio de DeSantis de su candidatura presidencial republicana. Desde hace meses, el gobernador ha intensificado su retórica contra la política federal en la frontera y ha adoptado una postura dura en inmigración, lo que algunos expertos ven como una estrategia para atraer votantes en las primarias republicanas.
Aunque DeSantis aún no ha confirmado públicamente sus intenciones de competir por la nominación presidencial, encuestas muestran que el expresidente Trump lidera el grupo de candidatos declarados y no declarados, entre los que se incluye el propio DeSantis y la ex embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley.
La promulgación de esta ley y las políticas migratorias de DeSantis han generado debates sobre los verdaderos motivos detrás de su dureza, así como sobre las implicaciones humanitarias y sociales que podrían surgir en Florida como resultado de estas medidas restrictivas. El futuro político del gobernador y su influencia en el Partido Republicano continúan siendo temas de interés y especulación en la arena política.