Este sábado 5 de abril entró en vigor el arancel global del 10 % anunciado por el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, para todas las importaciones que ingresen al país, salvo aquellas que ya estuvieran en tránsito antes de la hora establecida.

La imposición del nuevo gravamen afecta a productos provenientes de 184 países y territorios, incluida la Unión Europea.

Además, contempla incrementos específicos: del 20 % para ciertos productos europeos y hasta un 34 % para importaciones procedentes de China. Estas alzas adicionales entrarán en vigor el próximo 9 de abril.

Por su parte, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, advirtió que estas medidas podrían generar mayor inflación, menor crecimiento económico y efectos persistentes en la economía estadounidense.

Diversos sectores dentro de EE.UU. prevén un aumento en los precios de bienes esenciales como viviendas, vehículos y ropa, lo que afectaría especialmente a los hogares de menores ingresos. Un estudio de la Universidad de Yale calcula que estas familias podrían experimentar una caída de capital de hasta el 5,5 %.

Sin embargo, Trump afirmó que el objetivo es recuperar empleos que se trasladaron al extranjero con mano de obra más barata, aunque reconoció que podría haber un periodo de “transición” difícil para las familias estadounidenses.

La última vez que EE.UU. aplicó aranceles tan elevados fue en 1930, con la Ley Smoot-Hawley, que elevó los impuestos a la importación hasta un 40 % y agravó la Gran Depresión.