Elon Musk arremete contra el plan fiscal de Trump

El empresario Elon Musk lanzó este lunes una fuerte advertencia a los legisladores republicanos que respaldan el proyecto de ley presupuestario impulsado por el presidente Donald Trump, afirmando que “perderán sus primarias el año que viene” si apoyan una medida que, según él, aumentará drásticamente la deuda pública de Estados Unidos.
Musk, quien renunció en mayo como responsable de eficiencia en la Casa Blanca por diferencias con el mandatario, reiteró su desacuerdo con el plan fiscal a través de su cuenta en X (antes Twitter), donde calificó la propuesta como “el mayor incremento de deuda de la historia”.
“A cada miembro del Congreso que hizo campaña sobre reducir el gasto gubernamental e inmediatamente votó por el mayor incremento de la deuda de la historia, debería caérsele la cara de vergüenza. Y perderán sus primarias el año que viene aunque sea lo último que haga en esta Tierra”, escribió Musk.
A pesar de haber dejado atrás la disputa personal con Trump, el CEO de Tesla y SpaceX mantiene firme su rechazo a la propuesta. Incluso apuntó directamente contra los representantes republicanos Andy Harris (Maryland) y Chip Roy (Texas), quienes son miembros del llamado Caucus de la Libertad. “¿Cómo pueden llamarse así si votan por un proyecto de ley de esclavitud de deuda?”, cuestionó.
Un plan clave en la agenda de Trump
El proyecto de ley, que contempla recortes fiscales, disminución del gasto en programas sociales, y un aumento en los fondos para defensa y control migratorio, es considerado una pieza central en la agenda económica de Trump para su segundo mandato. Sin embargo, enfrenta resistencias internas en el Congreso.
El Senado aún discute enmiendas al documento, pero no está claro si los 53 senadores republicanos lo respaldarán de forma unánime. El ambiente se tornó más tenso tras la renuncia del senador Thom Tillis (Carolina del Norte), quien anunció que no buscará la reelección luego de oponerse públicamente al proyecto y ser blanco de críticas por parte del expresidente.
Una vez finalizado el proceso en el Senado, el texto regresará a la Cámara de Representantes, donde también hay divisiones dentro del bloque republicano, que mantiene una mayoría ajustada. La votación definitiva deberá ocurrir antes del 4 de julio.