El Gobierno de Trump intensifica operativos migratorios

El Gobierno del presidente Donald Trump ha iniciado nuevos operativos en las ciudades de Boston y Chicago, donde las autoridades locales han implementado políticas para proteger a las comunidades migrantes. Este aumento en la presencia de agentes federales ocurre mientras Trump amenaza con desplegar a la Guardia Nacional y a efectivos militares, una acción que ha sido rechazada por los gobiernos demócratas de ambas ciudades, que consideran esta medida “ilegal”, según expertos legales.
En un comunicado, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) explicó que los operativos se centran en la detención de “extranjeros criminales ilegales”, argumentando que estos han acudido en masa a Chicago, aprovechando las políticas de santuario que protegen a los migrantes. En la ciudad de Chicago, la alcaldía ha limitado la cooperación de las autoridades locales con los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), permitiendo que los migrantes accedan a programas sociales sin importar su estatus legal. Esta política es defendida por activistas que afirman que facilita la seguridad en las comunidades al permitir que los migrantes colaboren con las autoridades sin temor a ser deportados.
Mientras tanto, los operativos en Boston también han generado controversia. La ciudad, que adoptó una ley similar a la de Chicago en 2014, restringe la colaboración con ICE. Recientemente, el Departamento de Justicia demandó a la alcaldesa Michelle Wu por sus políticas pro-inmigrantes, lo que ha provocado un aumento de agentes del ICE en la ciudad.
El “zar” de la frontera, Tom Homan, declaró que la administración Trump planea enviar la Guardia Nacional a Chicago y otras “ciudades santuario”, mientras los operativos federales continúan, con alrededor de 300 agentes ya desplegados en Chicago. Según informes, el aumento de las detenciones ha llevado a que actualmente EE.UU. mantenga a más de 61.200 migrantes en custodia, el número más alto en varios años. De estos, el 45% no tiene antecedentes criminales, según datos de la Universidad de Syracuse.