El ejército de Estados Unidos informó este viernes que mantiene una estrecha coordinación con sus aliados y socios en Asia tras el lanzamiento de un misil balístico efectuado por Corea del Norte. Según el Comando Indo-Pacífico estadounidense, la acción no representa una amenaza inmediata para el personal o el territorio de Estados Unidos ni para sus aliados, aunque subrayó que evidencia el carácter desestabilizador de las actividades de Pyongyang.

El proyectil fue lanzado días después de la visita del presidente estadounidense, Donald Trump, a Corea del Sur, donde expresó su disposición a reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong Un. Pyongyang no ha respondido públicamente a esa propuesta.

Durante su estancia en Seúl, Trump anunció su aprobación al plan de Corea del Sur para desarrollar un submarino de propulsión nuclear. De acuerdo con analistas, este proyecto supondría un avance relevante en la capacidad naval y defensiva surcoreana, situando al país dentro del reducido grupo de naciones que poseen este tipo de embarcaciones.

Japón, por su parte, indicó que el misil cayó fuera de su zona económica exclusiva. El hecho se produce en un contexto de crecientes vínculos entre Corea del Norte y Rusia, reforzados desde el inicio de la invasión rusa en Ucrania.