EE. UU. oficializa cierre de USAID ante críticas por ineficiencia

El gobierno de Estados Unidos anunció el cierre definitivo de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que dejará de operar a partir del 1 de junio, tras una serie de cuestionamientos sobre su efectividad y el uso de sus recursos. La decisión, respaldada por la administración del presidente Donald Trump, marca el fin de más de seis décadas de operaciones de la principal agencia de cooperación exterior del país.
El secretario de Estado, Marco Rubio, celebró la clausura y criticó duramente a la agencia al señalar que “los únicos que vivían bien eran los jefes de innumerables ONG”, mientras que los supuestos beneficiarios continuaban desatendidos. Además, sostuvo que muchos de los programas financiados por USAID no defendían los intereses del pueblo estadounidense y beneficiaban a gobiernos que no apoyaban a Washington en el ámbito internacional.
Rubio también aseguró que parte de los fondos terminaron en manos de grupos como Hamás, y calificó a la USAID como una “organización benéfica” que no garantizaba retornos estratégicos. “Esta era de ineficiencia ha terminado. Bajo Trump, tendremos una misión de financiación extranjera que prioriza nuestros intereses”, afirmó.
Con el cierre de la agencia, el Departamento de Estado asumirá la gestión directa de los fondos de cooperación, bajo una política exterior centrada en “Estados Unidos primero”. Hasta el momento, el gobierno ha cancelado más del 80 % de los programas de USAID, lo que equivale a unos 5,200 contratos.
Sin embargo, la medida ha generado preocupación. Un informe publicado por la revista The Lancet advierte que los recortes podrían provocar hasta 14 millones de muertes adicionales para 2030, una tercera parte de ellas de niños.
Rubio defendió que la nueva política de ayuda será “específica y limitada”, orientada a países con voluntad y capacidad de autosuficiencia.