EE. UU. comienza a exigir el Real ID para vuelos nacionales

A partir de este miércoles, los viajeros dentro de Estados Unidos deberán presentar un nuevo tipo de identificación para abordar vuelos domésticos: el Real ID, un documento con verificación federal que busca reforzar la seguridad aeroportuaria, pero que también ha despertado preocupaciones en torno a la privacidad y el control migratorio.
Esta medida responde a la entrada en vigor de la Ley Real ID, aprobada en 2005 como parte de los esfuerzos de seguridad tras los atentados del 11 de septiembre. Desde entonces, su aplicación se había postergado varias veces. Ahora, con su implementación oficial, el Real ID se convierte en requisito no solo para volar dentro del país, sino también para ingresar a instalaciones federales y plantas nucleares.

El nuevo documento identificable por una estrella dorada en su esquina superior debe solicitarse en las oficinas de vehículos motorizados de cada estado, donde se exige al solicitante presentar nombre, fecha de nacimiento, número de seguridad social, dos pruebas de residencia y comprobante de estatus legal en EE. UU., según informa el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
En estados como Nueva York, las oficinas del DMV han experimentado largas filas, citas saturadas y horarios extendidos, incluso con aperturas especiales los fines de semana, para atender la alta demanda generada por la entrada en vigor del Real ID.
No obstante, las autoridades han mostrado cierta flexibilidad en esta fase inicial. La secretaria del DHS, Kristi Noem, explicó ante el Congreso que quienes aún no tengan el documento podrán volar dentro del país si se someten a un proceso adicional de seguridad. Noem no especificó cuánto tiempo durará este periodo de transición.
Mientras tanto, organizaciones como la Unión de Libertades Civiles (ACLU) y grupos defensores de migrantes han expresado su preocupación, advirtiendo que esta política podría derivar en discriminación hacia personas indocumentadas. En algunos estados, las licencias emitidas a inmigrantes sin estatus legal no serán aceptadas para volar, lo que podría complicar la movilidad de estas comunidades.
Además, la ACLU ha advertido que esta implementación podría dar lugar a una base de datos nacional de residentes, algo que el DHS ha negado tajantemente, asegurando que no se trata de un carné nacional y que cada estado mantiene el control de la información recolectada.
Por ahora, el DHS indica que los viajeros que lleguen a un aeropuerto sin una Real ID u otro documento válido podrían ser llevados a un área separada y sometidos a controles más exhaustivos. Actualmente, el 81 % de los pasajeros ya presenta identificaciones válidas, según cifras de la TSA.