Siete guardias asignados a la seguridad del alcalde mexicano Carlos Manzo fueron detenidos este viernes en Michoacán por su “probable participación en el delito de homicidio calificado”, informó la fiscalía estatal. Los agentes, que se desempeñaban como policías municipales, fueron trasladados a un penal para ser presentados ante un juez, según el reporte difundido en redes sociales.

El anuncio marca un giro en las investigaciones, luego de que autoridades federales señalaran inicialmente que no existían indicios que vincularan a los guardias con el asesinato del presidente municipal de Uruapan, ocurrido el 1 de noviembre durante un evento público del Día de Muertos.

La muerte de Manzo, quien era conocido por encabezar acciones contra grupos criminales en Michoacán, provocó protestas multitudinarias en diversas regiones del país y derivó en el refuerzo de operativos federales en la zona.

La detención de los guardias se suma a la captura de Jorge Armando “N”, alias “El Licenciado”, arrestado dos días antes por autoridades federales. De acuerdo con la secretaría de Seguridad federal, el detenido es señalado como “uno de los autores intelectuales” del crimen y líder de una célula delictiva que, según reportes de prensa local, estaría vinculada al cartel Jalisco Nueva Generación.

El día del ataque, Manzo fue asesinado frente a su familia sin que su equipo de seguridad interviniera. El agresor, un joven de 17 años, murió posteriormente a manos de los propios policías encargados de proteger al alcalde.

Hasta su detención, los guardias continuaban en funciones y se mantenían asignados a la protección de Grecia Quiroz, viuda de Manzo, quien fue nombrada por el Congreso estatal como su sucesora en la alcaldía de Uruapan. Medios locales difundieron imágenes del operativo realizado este viernes, en el que participaron agentes de la fiscalía estatal con apoyo de militares y elementos federales.

Michoacán, considerado un punto estratégico por su salida al Pacífico y su producción agrícola, es escenario de la operación de al menos cinco grupos del crimen organizado, entre ellos el cartel Jalisco Nueva Generación, catalogado como organización terrorista por Estados Unidos.

La indignación social por el asesinato de Manzo derivó en manifestaciones masivas en distintos estados. El sábado anterior, una marcha convocada por jóvenes de la llamada Generación Z terminó con más de 100 personas lesionadas y 19 detenidas en Ciudad de México.