Nueva York y Nueva Jersey han declarado estado de emergencia debido a las intensas lluvias que han azotado gran parte del noreste de Estados Unidos desde el 31 de julio.

Las autoridades han alertado sobre el alto riesgo de inundaciones repentinas y las fuertes afectaciones en la movilidad, tanto en carreteras como en el transporte público y los aeropuertos.

La tormenta también ha impactado la aviación comercial, con más de 1,300 vuelos cancelados en todo el país. Los aeropuertos más afectados incluyen los de la zona metropolitana de Nueva York y el Reagan National en Washington, D.C.

La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) emitió el jueves una alerta de nivel 3 de 4 por peligro de inundaciones para diversas áreas del noreste y del corredor de la autopista I-95, incluyendo la ciudad de Nueva York, partes de Long Island, el Valle del Hudson, el suroeste de Connecticut, Filadelfia, Maryland y Washington, D. C. Se estiman acumulaciones de lluvia entre 2.5 y 7 centímetros, con zonas que podrían recibir hasta 20 centímetros.

Además de las lluvias, las tormentas traen vientos fuertes de hasta 104 km/h, actividad eléctrica y granizo. En Manhattan, se viralizó un video donde se observa un tren de Metro-North en Grand Central completamente empapado por la lluvia. Un pasajero dijo a CNN que dentro del tren parecía estar en un autolavado.

La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, declaró la emergencia para la ciudad y los condados vecinos. El alcalde Eric Adams pidió evitar desplazamientos innecesarios y recomendó instalar medidas preventivas contra inundaciones. En Nueva Jersey, la vicegobernadora en funciones, Tahesha Way, hizo un llamado a no salir de casa a menos que sea estrictamente necesario.

Las autoridades han pedido a la población seguir los canales oficiales durante el temporal y estar pendientes de nuevas instrucciones, ya que se esperan lluvias intensas, vientos peligrosos y posibles inundaciones súbitas en toda la región.