El ministro de Seguridad de Costa Rica, Mario Zamora Cordero, aseguró que continúa vigente la oferta para recibir a Kilmar Ábrego García bajo criterios humanitarios. La aclaración contrasta con lo expuesto por representantes del Departamento de Justicia de Estados Unidos durante audiencias recientes en Maryland.

En declaraciones a The Washington Post, Zamora señaló que la postura oficial fue comunicada el 25 de agosto de 2025 y que no ha sufrido modificaciones. Indicó además que Costa Rica estaría dispuesta a otorgar residencia legal a Ábrego y que el país garantiza estándares elevados en materia de derechos humanos.

“El ofrecimiento de Costa Rica para recibir a Ábrego bajo condiciones humanitarias que garanticen el respeto pleno de sus derechos y libertades sigue en pie”, afirmó el funcionario. Zamora también indicó que no existen gestiones adicionales solicitadas a Estados Unidos para concretar el traslado.

Esta versión difiere de la presentada por abogados del gobierno estadounidense, quienes en documentos judiciales del 7 de noviembre afirmaron que Costa Rica no aceptaría al migrante sin negociaciones y compromisos adicionales. Según esos documentos, únicamente Liberia habría aceptado recibirlo sin condiciones.

Kilmar Ábrego García, de 30 años, residía en Maryland junto a su esposa e hijos estadounidenses. Fue detenido en marzo por autoridades migratorias y deportado a El Salvador, pese a una orden judicial emitida en 2019 que impedía su expulsión por riesgo de persecución.

En junio regresó a Estados Unidos para enfrentar cargos de tráfico de personas, a los cuales se declaró inocente. Actualmente permanece detenido en Pensilvania mientras avanza su proceso legal.

Durante una audiencia en Maryland, la jueza Paula Xinis pidió aclaraciones a los representantes del gobierno del presidente Trump sobre por qué Ábrego no era enviado a Costa Rica, considerando que él ha expresado su voluntad de trasladarse a ese país. Los funcionarios indicaron que existían instrucciones del Departamento de Estado, sin ofrecer mayores precisiones.

La defensa sostiene que Ábrego enfrenta represalias por haber impugnado su deportación inicial. “El gobierno está actuando fuera de lo normal, buscando castigar a mi cliente simplemente porque quiere ir a Costa Rica”, señaló el abogado Simon Sandoval-Moshenberg.

También denunciaron que se le ha propuesto trasladarlo a países africanos como Uganda, Esuatini, Ghana o Liberia sin evaluaciones individualizadas ni vínculos previos con esas naciones.

La deportación de Ábrego permanece suspendida por orden de la jueza Xinis mientras se resuelve un recurso de hábeas corpus. Su juicio penal está programado para enero. Su equipo legal insiste en que enviarlo a un país donde nunca ha vivido no constituye una solución migratoria adecuada.