Corte Suprema de EE. UU. avala ley de Tennessee que prohíbe transición de género para menores

La Corte Suprema de Estados Unidos avaló este miércoles, por seis votos contra tres, una ley del estado de Tennessee que prohíbe los tratamientos médicos de transición de género para menores de edad, incluyendo bloqueadores de la pubertad, terapias hormonales y cirugías.
La mayoría conservadora del tribunal respaldó la constitucionalidad de la medida, al sostener que no le corresponde al Poder Judicial valorar “la sabiduría, equidad o lógica” de una ley, sino únicamente asegurar que no viole los principios de igualdad ante la ley.
“Estos temas se deben dejar en manos del pueblo, de sus representantes elegidos y del proceso democrático”, escribió el presidente del tribunal, John Roberts, en la opinión mayoritaria.
El fallo ocurre en medio de un creciente debate nacional sobre los derechos de las personas transgénero, y particularmente sobre el acceso de niños y adolescentes a tratamientos médicos de afirmación de género.

Actualmente, más de 20 estados han aprobado leyes similares a la de Tennessee, impulsadas en su mayoría por gobiernos republicanos.
La administración del expresidente Joe Biden, a través del Departamento de Justicia, se había sumado a la demanda contra la ley, argumentando que viola la cláusula de igualdad de la Constitución al negar acceso a cuidados médicos disponibles para otros jóvenes.
Sin embargo, la postura federal cambió con la llegada del presidente Donald Trump, quien firmó en enero una orden ejecutiva que restringe todo respaldo del gobierno federal a tratamientos de transición para menores, reafirmando que su gobierno reconoce únicamente dos géneros: masculino y femenino.
Aunque el fallo se limita a la ley de Tennessee, marca un precedente clave en la jurisprudencia estadounidense, abriendo la puerta para que más estados impulsen y consoliden legislaciones similares.
Organizaciones de derechos civiles y grupos médicos han advertido que la decisión puede agravar la vulnerabilidad emocional y social de miles de jóvenes transgénero en Estados Unidos, al limitar su acceso a tratamientos considerados esenciales por múltiples asociaciones médicas especializadas.