La extracción de los órganos fue realizada a 11 personas entre 2017 y 2018 para llevar a cabo trasplantes ilegales.
El Tribunal Popular Intermedio de Bengbu, una ciudad al sureste de China, ha condenado a seis personas, incluyendo cuatro médicos, por sustraer órganos de varios pacientes que en su mayoría eran víctimas de accidentes automovilísticos y pacientes con daño cerebral severo, informan medios locales.
Según el reporte, la extracción de los órganos fue realizada a 11 personas entre 2017 y 2018 para llevar a cabo trasplantes ilegales. Mientras tanto, la sentencia fue dictada en julio y apelada un mes después sin éxito, recibiendo penas de entre 10 y 28 meses de cárcel.
No obstante, otros detalles del caso salieron a la luz recientemente tras las declaraciones de uno de los hijos de las víctimas, Shi Xianglin, quien reveló qué tipo de pacientes eran los objetivos de la banda delictiva, citando documentos judiciales.
Además, Shi reveló que el exjefe de la unidad de cuidados intensivos de uno de los hospitales involucrados, Yang Suxun, se acercó a los familiares de las víctimas y los persuadió para que aceptaran donar sus órganos. Posteriormente, el médico habría enviado los resultados de las pruebas de laboratorio a sus cómplices que operaban en otra ciudad.
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Formularios de consentimiento falsos
Cuando se identificaba al candidato adecuado para llevar a cabo el trasplante, el grupo gestionaba que los familiares de los fallecidos firmen formularios de consentimiento que en realidad no eran legítimos.
Sin embargo, los cadáveres eran operados improvisadamente en un camión de reparto que adecuaron para que pareciera una ambulancia. En estas condiciones, el proceso se llevó a cabo sin el personal de la Cruz Roja China o los familiares de los pacientes, como exige la ley del país asiático.
Asimismo, la orden de prisión fue emitida para dos cómplices que actuaron con los médicos, un hombre que ayudó a entregar los órganos y el conductor del camión. Las seis personas fueron declaradas culpables de “insultar un cuerpo”, omitir el sistema de autorización oficial y falsificar registros médicos.
La primera denuncia del caso ocurrió en 2018, cuando la familia de Shi aseguró que fueron engañados para firmar un formulario de consentimiento falso para autorizar la donación de los órganos de su madre. Mientras tanto, otro familiar de las víctimas afirmó que había recibido 200.000 yuanes (más de 30.000 dólares) como “subsidio” por la donación.