Comunidad Internacional aprueba nueva fuerza para combatir pandillas en Haití

La comunidad internacional dio un paso decisivo en apoyo a Haití con la aprobación de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que transforma la Misión Multinacional de Seguridad (MMAS) en una fuerza de mayor alcance para enfrentar la violencia de las pandillas que asfixia al país caribeño.
La resolución, impulsada por Estados Unidos y Panamá, fue aprobada este martes (30.09.2025) con 12 votos a favor y tres abstenciones. Establece la creación de una fuerza de hasta 5.500 uniformados, cinco veces más que el personal inicial de la MMAS, y estará acompañada de una oficina de la ONU encargada de garantizar apoyo logístico y financiero.
“La comunidad internacional está compartiendo la carga”, afirmó Mike Waltz, enviado de Washington ante la ONU, al destacar el carácter colectivo de la misión.
La MMAS, liderada por Kenia desde 2023, fue concebida para respaldar a la Policía Nacional de Haití. Sin embargo, su despliegue limitado menos de la mitad de los efectivos prometidos y la falta de recursos redujeron su impacto frente a las pandillas, que hoy controlan gran parte de Puerto Príncipe.
El embajador haitiano ante la ONU, Pierre Ericq Pierre, calificó la decisión como “un punto de inflexión decisivo en la lucha de mi país contra uno de los desafíos más graves de su ya turbulenta historia”.
Por su parte, el presidente del Consejo Presidencial de Transición de Haití, Laurent Saint-Cyr, recordó ante la Asamblea General de la ONU la magnitud de la crisis: “Cada día, vidas inocentes se extinguen por las balas, el fuego y el miedo. Barrios enteros desaparecen, obligando a más de un millón de personas al exilio interior”.
Saint-Cyr apoyó firmemente la iniciativa, que tendrá un período inicial de un año, con la esperanza de devolver seguridad y estabilidad a un país que describió como “un Guernica moderno” en las puertas de Estados Unidos.
La violencia en Haití ha alcanzado niveles alarmantes, con pandillas que controlan barrios enteros y desplazan a miles de familias. La población civil continúa siendo la principal víctima de un conflicto que se agudiza día tras día.
Organismos internacionales advierten que, sin una acción contundente y coordinada, el país caribeño podría enfrentar una crisis humanitaria aún mayor, profundizando la inestabilidad política, social y económica.