El primer ministro canadiense, Mark Carney, informó este viernes que Canadá levantará a partir del 1 de septiembre varios aranceles punitivos impuestos a Estados Unidos, en un intento por allanar el camino hacia un nuevo acuerdo comercial con la administración del presidente Donald Trump.

Carney explicó que la medida se aplicará a los bienes estadounidenses cubiertos específicamente por el T-MEC, pacto que calificó como «fundamental» para las relaciones económicas de América del Norte. Subrayó que la decisión no constituye una claudicación ante las presiones de Washington, sino una acción coherente con los compromisos adquiridos en el marco del tratado.

La eliminación de estos gravámenes responde a los aranceles del 35 % que Trump impuso a inicios de agosto sobre productos canadienses fuera del alcance del T-MEC, en el marco de su estrategia para endurecer el comercio internacional. Pese a la flexibilización, Ottawa mantendrá tarifas sobre sectores considerados estratégicos, como el acero, el aluminio y el automóvil.

Trump celebró el anuncio desde la Casa Blanca, al señalar que la retirada de los aranceles por parte de Canadá le parecía “algo positivo”.

Carney, economista de carrera y exgobernador de los bancos centrales de Canadá y de Inglaterra, reconoció que la política comercial de Trump obliga a los países a “comprar” acceso a la economía estadounidense mediante aranceles, inversiones y cambios regulatorios. Sin embargo, defendió que Canadá sigue teniendo «el mejor acuerdo comercial con Estados Unidos», destacando que el 85 % del intercambio bilateral está libre de gravámenes y que el tipo arancelario efectivo se sitúa en 5,6 %, muy por debajo del promedio global de 16 %.

De cara a futuro, Carney adelantó que Canadá iniciará consultas internas para definir su posición en la revisión del T-MEC prevista para 2026. Además, confirmó que Ottawa y Washington intensificarán el diálogo en torno a sectores estratégicos con miras a reforzar la cooperación en comercio, inversión y seguridad.