Una intensa ola de calor, con temperaturas previstas de hasta 40 °C, ha provocado al estado brasileño de Río Grande do Sul a cancelar la vuelta a clases en 2.320 escuelas públicas, afectando a unos 700.000 estudiantes. 

La decisión, tomada por el Tribunal de Justicia local tras el reclamo del sindicato de educadores, busca proteger a la comunidad escolar ante las altas temperaturas.

El sindicato de maestros había solicitado posponer el regreso a las aulas, programado para el 10 de febrero, hasta el 17 de este mes, argumentando la falta de ventilación adecuada y fuentes de agua suficientes en las escuelas para enfrentar el calor extremo. 

“Es una victoria fundamental para la seguridad y bienestar de toda la comunidad escolar”, expresó el gremio en un comunicado, advirtiendo sobre la infraestructura deficiente para enfrentar las olas de calor.

La autoridad meteorológica de Brasil (Inmet) ha emitido una alerta roja en el interior del estado y una alerta naranja para el litoral debido a las elevadas temperaturas. 

Se espera que los termómetros bajen a partir del jueves. Por su parte, el gobierno de Río Grande do Sul ha apelado la decisión del tribunal y busca que las clases se reanuden antes del 17 de febrero. 

“Estamos construyendo un modelo de escuela resiliente, adaptable a los cambios climáticos, con adecuaciones en la infraestructura escolar”, afirmó la Secretaría de Educación del estado.