Las autoridades sanitarias de Japón están en alerta ante el aumento de las infecciones por una variante poco común de estreptococo, capaz de desencadenar una enfermedad grave con una tasa de mortalidad del 30 %. Según los datos del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (NIID), en 2023 se registró un récord de 941 casos de infecciones estreptocócicas invasivas graves (TSLS), y en lo que va de año se han contabilizado 517 casos, triplicando la cifra del mismo período del año anterior.

El aumento de casos es especialmente significativo en la región de Kanto, donde se encuentra Tokio, con 88 casos confirmados, muchos de ellos en pacientes en cuarentena. Aunque Japón está experimentando un brote notable, otros países como Suecia, Argentina y Canadá también han reportado casos de la misma infección.

Por otro lado, las infecciones por bacterias estreptocócicas pueden conducir al síndrome de choque tóxico estreptocócico (STSS), causado principalmente por el estreptococo del grupo A, con una alta tasa de mortalidad. Los síntomas incluyen dolor de garganta, fiebre alta, escalofríos, malestar general, molestias abdominales y vómitos, así como una caída severa de la presión arterial y erupciones cutáneas.

Finalmente, el tratamiento de esta enfermedad se realiza generalmente en un entorno hospitalario, con la administración de antibióticos intravenosos, preferiblemente cefalosporinas o amoxicilina. Las autoridades japonesas están instando a la población a buscar atención médica al experimentar síntomas como dolor en las extremidades o fiebre.