El tifón Ragasa, ha causado estragos en el este de Asia, dejando hasta el momento, 17 muertos en Taiwán, decenas de desaparecidos y provocando la evacuación de casi dos millones de personas en el sur de China, donde ahora se concentra la amenaza.

La tormenta tocó tierra en la costa de la isla de Hailing, en la ciudad de Yangjiang, provincia de Guangdong, con vientos de hasta 168 km/h y fuertes lluvias que provocaron inundaciones, deslizamientos de tierra y cortes de servicios en varias ciudades, incluyendo Hong Kong, Shenzhen y Guangzhou.

En Taiwán, el paso del tifón provocó el colapso de una presa natural en Guangfu, formada tras un deslizamiento de tierra en julio, liberó más de 68 millones de toneladas de agua, inundando viviendas y arrasando un puente en Hualien. Las autoridades confirmaron 17 fallecidos y otros tantos desaparecidos.

Por otro lado, en Hong Kong y Macao, ciudades densamente pobladas, se activaron las alertas máximas de tifón, obligando al cierre de escuelas, aeropuertos y sistemas de transporte.

Además, las autoridades chinas han movilizado personal de emergencia y recursos para asistir a los afectados en Guangdong y otras provincias del sur, ante el riesgo de marejadas ciclónicas, deslizamientos y nuevas inundaciones. Se han emitido nuevas alertas preventivas mientras el tifón continúa avanzando tierra adentro.

La tormenta Ragasa también afectó días antes a Filipinas, dejando una estela de destrucción en islas remotas antes de dirigirse hacia Taiwán y China continental.