El fuerte terremoto de magnitud 6,8 que sacudió la región occidental del Tíbet el martes 7 de enero de 2025, ha dejado 126 fallecidos, según el último reporte oficial. 

Hasta el miércoles, las autoridades han logrado reubicar en zonas seguras a 46.500 personas damnificadas, mientras continúan los esfuerzos de rescate.

La zona afectada, caracterizada por su frío intenso y su accidentada geografía montañosa, sigue registrando réplicas que complican aún más las operaciones de emergencia.

Ante las circunstancias, se han restablecido los suministros eléctricos en las tres localidades más afectadas, según informó la agencia oficial Xinhua. 

Hasta ahora, más de 5.800 artículos de ayuda, incluyendo tiendas de campaña y ropa de abrigo, han sido distribuidos, y otras 16.000 piezas de material de emergencia están en camino para apoyar a los afectados.

El terremoto provocó el derrumbe de 3.609 viviendas en Tingri, donde las autoridades rescataron a 407 personas que quedaron atrapadas bajo los escombros.

Finalmente, las autoridades locales continúan en marcha para asistir a los miles de afectados.