Representantes de los gobiernos de varios países se reunieron en México y emitieron una declaración conjunta en la que delinearon un amplio plan para abordar las causas profundas de la migración irregular en la región, a través de la responsabilidad compartida y la cooperación entre los países de origen, tránsito y destino.
La reunión, que tuvo lugar en Chiapas, México, incluyó delegaciones de Belice, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Haití, Honduras, México, Panamá y Venezuela. La declaración conjunta señala que las principales causas estructurales de la migración son políticas, económicas, sociales y los efectos negativos del cambio climático.
El plan conjunto incluye compromisos para abordar las causas estructurales de la migración en la región, como fomentar el empleo, la educación, la seguridad energética y la recuperación del sector agrícola, así como combatir el crimen transnacional, la corrupción y el tráfico de personas.
Aunque Estados Unidos no participó en la reunión, el papel de la política estadounidense en los factores de atracción y expulsión de la migración fue un tema de discusión.
La declaración conjunta insta a los países de destino, posiblemente refiriéndose a Estados Unidos, a adoptar políticas de inmigración acordes con la realidad regional y a abandonar políticas que puedan tener efectos tanto de atracción como disuasorios. Los países también acordaron solicitar a los países de destino que amplíen las rutas migratorias regulares, ordenadas y seguras, y promuevan la reintegración y el retorno de los trabajadores temporales.
Además, se expresó el apoyo para la normalización de la seguridad, política, economía y sociedad en Haití, una nación enfrentando desafíos significativos. El diálogo sobre migración continuará, con México y Colombia, proponiendo otra reunión de alto nivel durante el primer trimestre de 2024.