En un partido eléctrico, de idas y venidas y con muchos sucesos en las áreas, el Real Madrid y el Tottenham firmaron un empate que deja muy abierta la lucha por el liderato en el grupo H de la Champions League.
Keylor, que logró despejar un remate envenenado de Kane en los instantes en los que el Tottenham, con su rival fatigado, entregado a la aventura de un triunfo a toda costa que suele desamparar a su defensa, empezaba a pensar en el triunfo.
Sin verse zarandeado, el Tottenham soportó con oficio el primer cuarto de hora, dominado de palmo a palmo por los blancos. En el minuto 18, aparecía el otro pistolero, pero el cabezazo de Kane lo detuvo bien Keylor. El equipo de Pochettino había despertado.
Es un equipo bien estructurado y atrevido. Pronto encontró la manera de hacer daño a su rival. En la banda de Marcelo, por supuesto. Minutos después de que el árbitro obviara un penalti de Casemiro a Llorente, Sissoko encontró la autopista que monta el brasileño en cada partido (especialmente cuando regresa de una lesión) y mandó un balón al corazón del área. Kane intentó el remate de tacón, pero fue Varane quien sorprendía a Keylor (minuto 28).
Con el centro del campo del Madrid desaparecido tras 15 minutos de asueto, el tanto de los Spurs vino a castigar esa fase de impotencia y falta de ideas del equipo de Zidane, con Isco sin encontrar las musas. En estas circunstancias, el equipo blanco recurre a su manual de primeros auxilios.
Da a un botón, recupera el empuje y empieza a acorralar a su rival. Se encendieron Modric e Isco, pero fue Benzema quién encontró la llave de la portería de Lloris, tras una combinación maravillosa con Kroos. El claro penalti al alemán lo transformaba Cristiano. Gol número 15 en los ocho últimos partidos de Champions para el portugués, que saca a pasear sus números y no hay cara a cara que se le resista.
El Madrid no se concedió ningún respiro en el segundo tiempo. Dominó de principio a fin. Jugó muy bien por momentos. El Tottenham sólo podía defenderse tras el buen arranque blanco, que arrinconó a su rival hasta topar con Lloris. Resulta sorprendente que el portero francés nunca aparezca en los debates sobre los mejores porteros del mundo. Pareció top.
El Tottenham buscó después la anestesia con los pases. Eran los momentos de más desgaste para el Madrid, algo cansado tras el esfuerzo sin premio. Llorente empezaba a llevarse los balones que venían desde las alturas y también se manejó con los pies. En una de esas jugadas, habilitó a Kane, pero Harry no encontró a Sally sino a Keylor.
El paradón del portero tico estuvo a la altura de los de Lloris. Cuando quiso salir Asensio, minuto 76, en busca de una genialidad, al Madrid le habían abandonado las fuerzas y las ideas. Se entregó a una victoria a cualquier precio y casi lo aprovecha el Tottenham, que acabó el partido atacando para celebrar su punto de oro.
Puedes ver el resumen aquí: https://www.youtube.com/watch?v=a0jC9vBMvJo
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