Ucrania recibe luz verde para atacar territorio ruso con misiles
La Casa Blanca confirmó este 25 de noviembre que Ucrania tiene autorización para emplear misiles de largo alcance Atacms en ataques dentro y cerca de la región rusa de Kursk. John Kirby, asesor de comunicaciones de Seguridad Nacional, justificó la medida como una necesidad de “autodefensa urgente”.
“En este momento, tienen la capacidad de utilizar Atacms para la autodefensa, en caso de necesidad urgente”, declaró Kirby a los medios, subrayando que estos misiles podrían ser clave en las operaciones militares de Kiev contra objetivos estratégicos.
Rusia reaccionó de inmediato a la decisión estadounidense, calificándola como una escalada en el conflicto. Moscú ha advertido repetidamente que los envíos de armas occidentales a Ucrania no sólo prolongan la guerra, sino que transforman a los guardias extranjeros en “objetivos legítimos” para las fuerzas rusas una vez cruzan la frontera ucraniana.
El presidente Vladímir Putin expresó que el uso de armamento avanzado, como los Atacms, en ataques dentro de Rusia representa una amenaza significativa y globaliza aún más el conflicto. Según Putin, este tipo de armas no puede ser utilizado eficazmente sin la participación de especialistas extranjeros, lo que, a su juicio, prueba una implicación directa de Occidente en las operaciones militares ucranianas.
Acusaciones sobre uso de sustancias químicas
En paralelo a la autorización estadounidense, Rusia acusó a Ucrania de emplear sustancias tóxicas y municiones de racimo contra tropas y civiles en la región de Kursk. Según Kiril Lísogorski, jefe de la delegación rusa ante la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), Moscú presentó más de 30 notas formales al organismo documentando el uso de armas químicas por parte de Ucrania.
El funcionario aseguró que, entre las evidencias, se incluyen pruebas de ataques con municiones de racimo de 155 mm en la ciudad rusa de Sudzha, localizada en Kursk, donde las hostilidades se intensificaron desde agosto pasado tras incursiones del Ejército ucraniano.
Dimensiones del conflicto
Con el suministro de misiles de largo alcance y las crecientes denuncias de crímenes de guerra, la guerra en Ucrania sigue adquiriendo una dimensión más compleja. Occidente, encabezado por Estados Unidos, defiende los envíos de armamento como una medida de respaldo al derecho de Ucrania de defender su soberanía frente a la invasión rusa. Sin embargo, analistas advierten que la implicación directa de armas avanzadas en territorio ruso podría agravar las tensiones globales.
Desde que comenzó la invasión en febrero de 2022, el conflicto ha evolucionado hacia una guerra de desgaste, con acusaciones cruzadas entre Moscú y Kiev sobre el uso de tácticas y armamentos controvertidos. Mientras tanto, el apoyo militar de Estados Unidos y sus aliados ha sido fundamental para Ucrania, aunque cada vez genera mayores críticas por parte de sectores que temen una escalada hacia un conflicto internacional de mayor envergadura.
El rol de los Atacms
Los misiles Atacms, suministrados recientemente a Ucrania, tienen un alcance de hasta 300 kilómetros y capacidad de atacar objetivos estratégicos en profundidad. Su empleo, ahora autorizado en territorio ruso, podría cambiar significativamente la dinámica del conflicto.
Por su parte, Ucrania insiste en que el uso de estas armas es esencial para defenderse de las constantes agresiones rusas y recuperar su territorio. Sin embargo, esta decisión también podría provocar una intensificación de las represalias por parte de Moscú, complicando aún más los esfuerzos para alcanzar una resolución pacífica.
En este contexto, el conflicto sigue marcando hitos, no solo por las implicaciones militares y humanitarias, sino también por las tensiones geopolíticas que definen las relaciones entre las principales potencias mundiales.