Es necesario que una institución de educación superior mejore constantemente su posicionamiento, su representatividad para generar confianza en la sociedad.
La formación nos genera más oportunidades, nos ayuda a tener un pensamiento más crítico y nos aporta estabilidad. Es una de las decisiones más importantes que tomaremos en nuestra vida y por eso las instituciones de educación superior debemos generar la mayor confianza posible al alumnado y esforzarnos por transmitir de forma transparente toda nuestra actividad.
Para lograr con éxito esta confianza debemos acometer estratégicamente un plan de relaciones institucionales que identifique los foros de decisión y que aumente la presencia en el sector productivo para conocer mejor las necesidades reales para las que debemos preparar a nuestros alumnos.
El posicionamiento es lo que nos diferencia y fortalece, y determinará el lugar que ocupemos en el sector. Debemos reforzarlo no solo fuera de la institución, sino también dentro, porque tanto el personal administrativo como los alumnos deben conocer las fortalezas que tenemos para lograr un sentimiento positivo de pertenencia. Eso ayudará a mejorar la cultura institucional, la forma de hacer las cosas, y por ende aumentará el valor de nuestra marca que a su vez redundará en nuestro producto o programa de formación.
Las estrategias abarcar frentes como el incremento de la visibilidad institucional, la puesta en valor de las relaciones que mantenemos con organismos tanto público como privados, la comunicación puntual de determinados aspectos del valor de nuestra marca.
Por lo tanto es importante cultivar una relación estrecha con el sector educativo, con otras instituciones con las que se consiga poner en práctica entornos colaborativos que beneficien ante todo a los alumnos.
También con el sector productivo; una institución que forme parte de los foros o congresos gremiales más representativos de un país da a entender la cercanía que tiene con el sector productivo, tan importante en estos momentos para entender todos los cambios que estamos sufriendo para adaptar los contenidos a las necesidades actuales. Visto desde otro lado, esa presencia también facilitará que el sector productivo conozca la calidad de los programas que esa institución desarrolla.
Otro frente que no se debe olvidar es el sector público, y las relaciones con instituciones gubernamentales para que los programas de formación tengan su reconocimiento, pero también para aportar soluciones de formación a los servidores públicos.
La realización de programas de formación a medida junto a empresas privadas u organismos públicos también son fundamentales porque refuerzan ambas marcas, potenciando también la visibilidad.
Estos escaparates permiten mostrar los elementos diferenciadores de nuestros productos, y no solo en materia de contenidos académicos sino también en nuevas metodologías de estudio o modalidades.
Y por último, la presencia en los medios de comunicación también es fundamental, no solo con la idea de comunicar todas las novedades que podamos tener, sino también para participar como fuente de información y fuentes de opinión de los acontecimientos.
Estas estrategias pueden ser complementadas con un elemento transversal que sería la internacionalización en cada foco. La globalización nos obliga a no ceñirnos únicamente a nuestro mercado nacional, sino a potenciar el reconocimiento internacional.
Álvaro Dantart
Director de Relaciones Internacionales de EUDE Business School
