Después de 1,191 días (tres años y tres meses) la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado que la pandemia por Covid 19 ya no es una Emergencia Sanitaria.
Recuento de victimas a causa del Covid 19
La decisión da por cerrada una alerta que ha dejado 765 millones de diagnósticos y 6,9 millones de muertes, según el recuento oficial, que se queda muy corto, según todas las estimaciones (la propia OMS calcula que se ha cobrado 20 millones de vidas).
“La covid ha cambiado el mundo y nos ha cambiado”, ha dicho el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. “Ha sido mucho más que una crisis sanitaria. Ha causado graves trastornos económicos, eliminando billones del producto interior bruto, interrumpiendo los viajes y el comercio, cerrando negocios y hundiendo a millones en la pobreza. Ha causado una grave agitación social, con fronteras cerradas, movimiento restringido, escuelas cerradas y millones de personas experimentando soledad, aislamiento, ansiedad y depresión”, ha añadido en una intervención en la que ha recordado que la amenaza para la salud pública generada por el coronavirus continúa.
El decreto de emergencia que ahora finaliza es la herramienta que la OMS usa para agilizar decisiones cuando una enfermedad tiene un impacto grave en la salud pública, es inusual e inesperada, con riesgo de expansión internacional, y tiene capacidad de generar restricción de movimientos de bienes o personas. Aunque no suponga ninguna obligación para los países (a los que la organización no puede forzar a tomar decisiones), es un medio para movilizar recursos de forma más rápida, autorizar medicamentos (o vacunas) con menos trámites o dictar resoluciones que tengan más eco en los Estados miembros.
¿Por qué ahora?
¿Por qué decretar el fin de la emergencia ahora? A esta pregunta ha respondido Didier Houssin, presidente del comité de emergencia que ha asesorado a la OMS sobre la alarma: “Es cierto que el virus continúa circulando. Es verdad que hay muchas incertidumbres sobre su evolución. Es verdad que todavía hay fallas en la vigilancia, especialmente en los países más vulnerables. Pero la situación ha mejorado considerablemente, con menos mortalidad y más inmunidad, ya sea inducida por las vacunas o por las infecciones naturales. Es hora de cambiar de herramienta. [La emergencia] consiste en generar movilización y reacción, pero no se debe de abusar de ella, porque no se adapta a eventos que se convierten en crónicos, como la covid”.
La decisión de la OMS se daba casi por segura cuando se anunció la reunión del comité de emergencia para el paspado jueves. Un informe que la organización ha presentado esta misma semana afirmaba que los sistemas sanitarios “han empezado a mostrar los primeros signos importantes de recuperación”. Según una encuesta realizada entre finales del año pasado y principios de este entre 139 países, se están “empezando a restablecer los servicios esenciales de salud para millones de personas que los perdieron durante la pandemia”.
La OMS recalca que el fin de la emergencia sanitaria no quiere decir que el problema de la covid haya terminado. Todavía es una enfermedad nueva de la que quedan cosas por aprender (las mutaciones del virus son siempre una amenaza y hace falta investigar más sobre la covid persistente), que se sigue cobrando vidas y llevando a pacientes a cuidados intensivos.