
La emergencia sanitaria por Covid-19 terminó oficialmente el pasado 5 de mayo de 2023. Pero eso no significa que el coronavirus u otras enfermedades hayan desaparecido: podría haber una nueva pandemia en el próximo tiempo y debemos estar preparados para ella.
Desde 2019 hasta 2023, el coronavirus provocó más de 600 millones de casos en el mundo y más de 6,8 millones de muertos; algo que modificó la estructura de familias, sociedades y economías. Es para evitar esta crisis que el Director General de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Gebreyesus, instó esta semana a los líderes mundiales a invertir en estrategias de prevención que frenen el desarrollo de una posible pandemia: “cuando llegue la próxima pandemia, que lo hará, debemos estar preparados para responder de manera decisiva, colectiva y equitativa”.
Las enfermedades no son las únicas amenazas que enfrenta la humanidad, sin embargo, el fin de la reciente experiencia pandémica puede provocar: por un lado, la fatiga y el descuido por parte de los gobiernos y de la población, o, por lo contrario, una mayor inversión en salud pública, en investigación y en planificación. Esta segunda opción es la que la OMS apoya en su discurso, que coincide al mismo tiempo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados para 2030.