Raúl de Molina, reconocido presentador del programa de espectáculos El Gordo y la Flaca (Univision), rompió el silencio tras varias semanas fuera del aire y reveló que su ausencia se debió a complicaciones de salud surgidas después de someterse a una cirugía estética.

En una entrevista con People en Español, De Molina explicó que se sometió a una panniculectomía, procedimiento quirúrgico destinado a remover el exceso de piel y grasa abdominal acumulado tras una importante pérdida de peso. “Me quitaron en la operación 15.4 libras de pellejo. No podía nadar, ni hacer ejercicio. Me molestaba mucho”, relató.

Aunque la cirugía fue programada y al principio todo parecía transcurrir con normalidad, el conductor comenzó a experimentar molestias y decidió caminar dentro de su casa para evitar coágulos, como le habían indicado sus médicos. Sin embargo, al octavo día, comenzó a sentir dolor en el pie izquierdo, lo que lo llevó a consultar a un especialista que le recetó medicamentos que, según él, afectaron su proceso de coagulación.

Poco después, sufrió una fuerte hemorragia mientras estaba en su hogar. Su hija lo encontró inconsciente y llamó a los servicios de emergencia. “Lo último que me acuerdo es cuando me despierto y veo a mi hija llamando al 911”, relató. Ya en el hospital, los médicos detectaron una pérdida considerable de sangre y procedieron a realizarle una transfusión, seguida de una segunda cirugía para controlar el sangrado interno.

“Me pasé tres días en el hospital… eso lo hicieron para prevenir una sepsis”, agregó. De Molina también comentó que, aunque actualmente tiene una herida parcialmente abierta, se encuentra estable, recibiendo tratamiento y acompañado por su esposa e hija en casa.

El conductor adelantó que planea reincorporarse pronto a su trabajo en televisión y agradeció el apoyo del público durante su recuperación.