Tim Burton, el renombrado director estadounidense, ha compartido que experimentó una profunda desilusión con la industria cinematográfica en los últimos años. Esta revelación surge justo antes del estreno de la esperada secuela de su clásico de 1988, “Beetlejuice”, que se presenta este miércoles en la 81ª Mostra de Venecia.

La nueva película, titulada “Beetlejuice Beetlejuice”, sigue las andanzas del icónico fantasma interpretado por Michael Keaton, quien regresa a la mansión que tanto disfruta aterrorizando, ahora con un toque renovado de humor negro. Junto a Keaton, Winona Ryder y Catherine O’Hara repiten sus papeles, mientras que Monica Bellucci y Jenna Ortega, la joven estrella de 21 años, se suman al elenco.

Burton explicó que el desánimo con el cine había calado hondo en él hasta que su serie televisiva gótica y humorística “Miércoles”, protagonizada por Ortega, le dio un nuevo impulso creativo. “Sentí que me había perdido en cierta manera”, comentó el director. “Hacer esta película me dio nueva energía, permitiéndome volver a lo que amo hacer, con la gente que aprecio”.

En una nota humorística, Burton reveló que necesitó 35 años para realizar la secuela, y bromeó sobre la posibilidad de tener que esperar hasta tener más de 100 años para una próxima entrega, aunque descartó esa idea con un toque de humor sobre los avances médicos.

Michael Keaton, quien a sus 72 años vuelve a encarnar a Beetlejuice, expresó su entusiasmo por el regreso del personaje, señalando que, dado que Beetlejuice está muerto, “no ha envejecido, simplemente está un poco más mohoso”.